Vuelas en completa libertad, soltaste tus propios grilletes y el viento en su fluir acaricia tu rostro.
Reinas en tu vida, gozas de aguas frescas que compartes y cuánto más lo haces creces en una infinitud espontánea de risas verdaderas.
Juegas como los niños en el parque sin ninguna pretensión, solo siendo uno más y te tiras del tobogán disfrutando de tus amigos, gozando del instante sin más y con lo más importante, rodeado de amor.
Respiras con los tuyos, con el amable vecino, con los pájaros de los árboles y con las hojas que caen y entre los huecos anda el juego.
Sientes la unicidad de todo porque vibras y los ojos sonríen, la nariz siente y la boca ve.
