Invades las lonjas, alacenas y los lugares más recónditos con la bravura de un valiente hacedor.
Tiembla de amor el bosque, cuando escucha tu voz, cayendo pausadamente las hojas y la tierra refulge con pasión.
Naturaleza de vida, única en su esplendor de primaveras, que siempre reverberan en el bosque encantado.
Infinitud de tejidos e hilos que conforman mosaicos de dentro, no como un corsé sino lineas que dibujan y fluyen, valles y montañas.
De tanto amor, rosas en mis labios que quieren besar las raíces de este amor gigante.