No hay cuartel, para lo que hechiza mágicamente tu respiración.
Gran esperanza es, en momentos donde se agujerean las nubes blancas, con gris plomizo.
Cuando te das cuenta, que siempre hay luz hasta en los mas negros rotos de tu corazón.
Descubres que pegadas a ti hay impacientes notas y pinceladas, que se disparan como guirnaldas en la noche.
Ves lo escondido y la oportunidad de temblar y no de miedo sino de pasión por la verdad, enclavada en tu cuello.
El hechizo te embarga y cantas y pintas y bailas y creces al alba.