Verdades cayendo, como serpentinas en las intrínsecas ensenadas, que rodean la mente.
Provocando febriles luchas para poder ver esa luz, que palpita en lo alto del cielo.
Que distorsiona los huecos rellenos de inservibles promesas creadas en otros tiempos.
Ahora es el momento de enfrentar las razones, que nacen salpicando este instante por único y bello.
Dice el viento entre arrumacos intensos que el terremoto creado, emociona al cielo.
Subes escalando a por la manzana que pende en el precipicio, dejando atrás otros tesoros.
Esperanza creciendo como un fruto, la semilla estaba en tu pecho.