Terremotos internos buscando luces, en la noche.
Sombras encendidas que repararan el día.
Se abren grietas por donde caen las indecisiones en picado, que aprisionan los pies.
Nuevas pasiones entre los huecos suben al fin, que quieren ser la nueva lanza, que prodigiosa late con la vida.
Encontrando la armonía perdida, resurgiendo incandescentes, transformando el tiempo en un anaquel de licores, que emborrachan de vida.
Un camino nuevo de esperanza, a tus pies que te eleva por la gran montaña.