Incierto el viento arremolinando sueños, moviendo lo que estaba quieto.
Haciendo ascender por el cielo, pétalos con las chifladuras de locos deseos.
Deshaciendo cuentas que caen al suelo con el sonido de lo que late dentro.
La tierra sabe lo que canta el cielo y él se lo descubre, para caer y volar sin miedo.
Todo lo que aprendes, lo conoce el viento que te envuelve para provocar el fuego.
Si lo consigue hay premio, otra estrella luciendo, alumbrado la noche.