Un pergamino enrollado en tu corazón, que grita a la noche, que quiere ver el sol.
Se desmoronan todas las balizas señalizadas con peligro, solo son verdes campos del trigo que has plantado.
Nacen ríos en las veredas para refrescar la basta superficie, que se despliega, atónita de amor.
Cada día tu ilusión hace nacer mas y mas, un frondoso bosque por donde caminar.
Tus pies descalzos, sienten los latidos, cuando pisas con pasión.
Así tus entresijos, sacan esa gota, que cae en el desierto, saciando tu sed.
Luces y reluces, atrapando la negra oscuridad que muere al alba.
Tantas verdades, tras gritar tu corazón y ahora palpita en calma, en tu frondoso bosque.