En un manantial refrescas tus pensamientos, ahogando los vanos y elevando por encima de ti los bellos.
Cuando ambos se reflejan en el agua, forman olas que se enfrentan, buscando tener razón.
No siempre ganan los bellos, aunque cuando lo hacen tú te sientes multicolor, del verde al añil, del rojo hasta el sol.
Los vanos te hacen perder el tiempo, pero en “braille” llevan una lección, bordeando la orilla en los cantos en los que tropiezas.
Por lo menos grabado te queda, que amar no es en vano.
¡Bah! No quieras llevar razón.
Nadando en el agua, está tu corazón, mirando a tus pensamientos y bien sabe lo bellos que son.