En un mar de fuego se azota tu universo, quemando las velas de los barcos que no llegan a buen puerto, para siempre volver a renacer de nuevo, en un ciclo sin fin de vida.
La lava rellena los agujeros negros alicatando las paredes, rompiendo los miedos, lanzándolos lejos.
Arden las malas hierbas y renacen las flores que huelen a tus sueños, llenando el aire de aromas que te envuelven y te llevan al cielo.
Esperanzas ganadas con el pulso infantil de creer en tu corazón eterno.