Espigas creciendo, alargadas y tintadas al viento, engalanando el campo de tus pensamientos.
Libres, atentas al momento.
Tiemblan de amor por ti, tú las inventaste en tus sueños.
Doradas con sus trenzas cayendo, del cielo a tu tierra arada, donde se esconden semillas de todo el crisol que conforman tus anhelos.
No paran de crecer, regadas están por tus lágrimas alegres y tristes, uniendo momentos.
Huele a tierra mojada, creces cada día hasta el cielo, recorriendo espacios que no conoces y tu guardas en la cajita de los vientos, para no perderte en el siguiente cuento.