Despacio por el camino que va a la vereda, donde se cruzan tu río y el mío.
Descalza de temores, sintiendo el latir de la tierra, que me cuenta secretos a voces.
Que dice…, que canta, que vuela, que la vida es tan bella.
Huele a almizcle, en esta tierra, que pasito a pasito me lleva a tus brazos entera.
Tu río es azul, el mío es verde, de aquí al mar, con todas las aventuras, que los ríos tienen.
Somos el mar inmenso, apasionante, azul y verde intenso, donde zozobran los miedos ridículos, que nos venían siguiendo.
Las olas que hemos creado, nos traen perlas escondidas, en el tesoro de este mar tan nuestro.