La sangre, por tus venas corriendo.
Como ríos van a los mares, ella a tu corazón guerrero.
Le llama, le despierta y el la acoge con un beso.
Ella sigue su camino, está siempre y no está, como los latidos.
Cuando tus pies descalzos pisan la tierra,
tu sangre y tu corazón sienten una fuerza.
La naturaleza, los envuelve, los zarandea.
Los paisajes prodigiosos guardados quedan y unas raíces suben por ti,
buscando a tu corazón y la sangre de tus venas.
Es tan fácil sentirse, un grano de arena,
cuando los bosques y el cielo te observan.
Eres uno más, como un ciempiés, como la hierba y la sangre siempre tira a la tierra.
Caminas conectado a ella.