Para este año tengo un ovillo de lana,
cosido a mi razón.
Lo he lanzado con la fuerza que me impulsa a andar,
por el camino que se vislumbra al sol.
Lleva tejidos las ganas, la esperanza y el amor que lo cosió.
Imposible entonces no volar alto,
con el aire en la cara, desenrollando toda su pasión.
Sigue el sendero trazado y si se engancha,
su impulso le devolverá al sol.
No hay miedo, solo valor de hacer lo mejor.
Este ovillo recorre mis sueños.
¡ Que emoción !