Intensas lluvias que caen ladera abajo desde tu rostro, pasando por el corazón, estómago, pelvis, muslos y llegan al suelo por tus pies. Lluvias de luz que llegan ahora, cuando respiras sintiendo la entrada del aire por tu nariz, concentrada en la atención, en la sangre que pasa y circula por todo tu cuerpo y que envuelve tu bello corazón. Todo ocurriendo, omniscientemente, siendo con las agujas del tiempo girando a favor. Respiras profundo y con la lluvia de luz circulando te sientes etéreo, aire vivo que vuela hacia las estrellas dibujando con ellas lo que tú quieras, lo que eres desde que llegaste y así ellas lloran contigo de alegría. El universo está a tu favor y así es por los siglos de los siglos, cuando se abren las puertas y se escuchan sus goznes buscando la verdad, esa que sólo sabe de luz.
Respiras profundo y descubres todo, limpias las esclusas y la vida late. Estas vivo y así haces realidad tus sueños.
