Un nuevo comienzo, una libertad saboreada, al principio parecía amarga, pero ahora es tan dulce como un beso enamorado lento y sin prisas, sin más que hacer que estar callado y subliminalmente atento y extasiado.
Crecen rosas de colores en el corazón que se riegan con la lluvia de cada día porque entre la rutina y el día ocurre la vida, palabra inmensa donde crece todo.
Dame la mano que no es tarde que vivimos para encontrarnos y te conoceré no donde tontamente pensé como una princesa, sino donde está marcado, ahí en ese árbol que da sombra a un banco.
Rosas silvestres rodean al banco de color rosado claro, premonición bella concedida, más tarde, más temprano, así es la vida por favor no te la pierdas.
