Grande y real el instante en el que hay una interferencia que lo cambia todo, cuando sientes una mirada interesada que te observa y comienza un juego en el que los latidos del corazón que se despiertan cantan una antigua y bella música. Ánforas, ánades y un puñadito de amor flotando en el aire. Algo te pellizca, algo que te gusta y que en el calor de hoy te ha inundado como el mar y su brisa sin estar allí porque el azul suyo hoy es verde enredadera, verde intenso y puedes pasar que está verde. Cruza, siente la interferencia, déjate llevar. Sí, sí sueño de verano latiendo entre los árboles y los inseparables agapornis los únicos observadores. Las agujas de los pinos al caer no llegan al suelo os han pinchado a los dos. ¿ quien será el valiente? los agapornis apostando están.


